sábado, 17 de diciembre de 2016

El orden de otros días

Cinco

Todos se han marchado
cuando el surco
en su afán de reverdecer
se agita tras las esporas
de septiembre.

El centro del mundo
es para el ave su nido
rama a rama
pluma a pluma
hasta que los polluelos

aprenden la magia del vuelo
y marchan hacia otras coordenadas. 

El viento del norte está lleno de revelaciones
mañana estarán las casas
postradas bajo el agua
la desolación acampa
en estos territorios
sin más ley que la naturaleza
y su voz aterradora.

Cómo callamos
cómo reverenciamos la quietud
y el orden de otros días
pero los pájaros
ya no vienen a beber en el humedal
mudaron sus vuelos hacia tierras más propicias.

Quizá cuando el mar
o el fuego reinen
sobre esta madre deshonrada
seamos sólo evidencias de la depredación
y el ruido del espíritu.