lunes, 2 de noviembre de 2009

Tempo




Tempo


Siempre me ha intrigado ese asunto del tiempo, a pesar de que soy una niña. Esa historia de un señor peludo llamado Einstein, me inquieta, aunque poco entiendo todas esas palabras raras, pero dentro de mí hay una fuerza que no puedo explicar, dice mi mamá que eso se llama intuición. El otro día encontré en la biblioteca un libro de un señor que está inmóvil, su cerebro es lo único que se mueve, y desde allí produce todas esas investigaciones, me asombró que el libro se llamara La Historia del Tiempo, yo creí que se trataba de historias fantásticas acerca del tiempo, y sí que son fantásticas, todo ese cuento del big-bang y los agujeros negros, y eso de que el universo respira, qué sucedería si dejara de respirar, me pregunto, o si se resfriara y estornudara, ¿a dónde iríamos a parar nosotros?.
Pienso que cuando crezca, entenderé mejor al señor Hawking. Antes creía que el tiempo era el día y la noche, no comprendía cuando mi mamá me decía: Clarita, no pierdas el tiempo, o cuando muy agitada rezongaba que no le alcanzaba el tiempo y menos aquello de que el tiempo es oro, entonces pensaba orgullosa que de mis orejas pendía un pedacito de tiempo.
Más asombrada estuve cuando en mis cumpleaños el tío Humberto me regaló un libro llamado Momo, eso de los hombres grises que se roban el tiempo de las personas es terrible, todavía tengo la duda si el tiempo es una cosa que se puede tomar entre las manos, o guardar entre una bolsa, o en una cajita llamada reloj, o si el tiempo es esa noche llena de puntos luminosos, o esos viajes que hacen los señores astronautas en grandes cohetes.
A veces pienso que el tiempo es la distancia que hay entre mi casa y el colegio o que el tiempo está encerrado entre la concha de una tortuga o en las espirales de un caracol. Pues resulta que hace algunos días descubrí que cuando abro el cajón de mi armario salen de allí uno enanitos,- los mismos de Blancanieves eso dicen ellos-. Me han confesado que se salen del cuento por entre una arruga de la última página y saltan al cajón de mi armario. Me late que esto tiene que ver de alguna forma con ese asunto del tiempo.
¿Ustedes saben algo?

Minificción de Nana Rodríguez.
Fotografía de Jaime Rodríguez